Santiago tiene 14 años. Fue abandonado dos veces, actualmente vive con su tercera familia. Están pensando en internarlo porque tiene problemas para relacionarse con las personas. Fue expulsado de todas las escuelas a las que asistió y no tiene amigos.
A Santiago le pegaron de chico, le pegaron tanto que le dañaron el cerebro. Los golpes afectaron una parte del cerebro vital para la integración social, desde ese momento Santiago esta condenado. Condenado a ser incontrolable, y por lo tanto incomprendido.
No solo le pegaron, después lo abandonaron.
Fue adoptado después, pero su nueva familia volvió a dejarlo.
Finalmente fue adoptado por tercera vez, con tanta mala fortuna que para cuando el trámite de adopción "salió", sus padres estaban separándose. Su nueva madre lo rechaza, no quería tenerlo para el momento en que podía. Su padre lo quiere, pero trabajo todo el día.
Santiago no va a la escuela, pasa los días con un acompañante terapéutico porque no puede estar solo.
Sus padres están pensando en internarlo en una institución para jóvenes con problemas de integración.
Un señor de pensamiento muy altruista comenta: "en esos lugares internan a todos los que después son asesinos o violadores. Un delincuente va a salir de ahí. Ojala que lo maten antes de que mate a alguien"
¿Estaremos asistiendo a una nueva Crónica de una muerte anunciada?
Pobre Santiago
Que horrenda que puede llegar a ser la vida.
jueves, 13 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)