Necesito aprender a dejarme llevar. Necesito -desesperadamente-
aprender a dejarme llevar. Estoy demasiado acostumbrado a tener todo bajo
control, a ser la persona de referencia, la que siempre tiene una respuesta o
una sugerencia atinente.
Entiendo que detrás de esta actitud hay una buena dosis de
vanidad y egocentrismo, de saberme con más recursos que el resto (recursos
adquiridos por esfuerzo propio por otro lado, tampoco es que me de vergüenza el
hecho de tenerlos). Pero me parece que no acaba ahí la razón de esta forma de
ser. Pienso que detrás de todo el orgullo y la auto-complacencia, se oculta
una persona con un miedo enorme a no tener las cosas bajo control. Un miedo
enorme a decir “no sé” o encontrarse sobrepasado por una situación.
No es que yo, de repente, sienta un deseo autolascerante de
experimentar lo que se siente la impotencia de no saber qué hacer; pero creo
que la tendencia a tener las cosas bajo control se extendió hasta un punto
paralizante. Se extendió hasta el punto de no hacer cosas que sé que deseo
hacer, por no poder prever de qué forma habrán de terminar. Y entonces empiezo
a perder cosas que me gustaría conocer y termino cerrado en la seguridad que da
la certeza. Y eso no puedo permitírmelo.
El desafío entonces
es lograr aprender a dejarme llevar un poco más, saber disfrutar de la
sensación de desconcierto o incertidumbre que dan las cosas de las que uno no
tiene control.
Mas avizoro un panorama por demás difícil, son muchos años
de ser así como para poder cambiarlo. Es más, si es cierto que detrás de esa
necesidad de control se esconde la necesidad de sentirme seguro, ni siquiera me
hago ilusiones sobre qué tan profundo pueda llegar esta experiencia. Al menos
llevándola a cabo por mi propia cuenta.
¿Puede acaso
obligarse uno mismo a ser distinto a como es? Creo que correría el riesgo de
caer en la racionalización de un argumento sólo para saltearme una
experimentación verdadera, que realmente podría llegar a causarme malestar.
Y da la casualidad que son aquellas justamente las que podrían dejar un nuevo
enfoque para ver las cosas, uno que ponga en cuestión la forma en que yo mismo
estructuro mi vida.
Las preguntas que se infieren detrás de todo esto son, ¿qué
tan dispuesto estoy a cambiar mi forma de ser? O más claro aún, ¿estoy
dispuesto a hacerlo? ¿Me animaré a dejar la seguridad que me ofrece mi más que
cómoda forma de ser actual? ¿Vale realmente la pena hacerlo?
Lamentablemente, creo que hay grandes chances de que esto
quede nada más que en una intención (o en un post) si lo dejan librado a mí
mismo. Me parece que no soy tan valiente.
Sé que necesito aprender a dejarme llevar, pero creo que
también necesito a alguien que me “obligue” a hacerlo. No una obligación
autoritaria, sino una persona que me anime a hacerlo, que me desafíe y que me
muestre las cosas que me estoy perdiendo. Que me haga querer cambiar y que esté
para acompañarme en los momentos en los que (seguramente) me sentiré inseguro.